Conviértase en su mejor versión.

Alcanzar el máximo potencial, es una herramienta estrella para aprender a liderar su vida profesional y personal. Aquí le contamos de qué manera el coaching puede enriquecer las relaciones a nivel empresarial y ayudarlo a gestionar su propio plan de acción.
¿Siente que está repitiendo ciclos? ¿Que le cuesta trabajo avanzar? ¿Le aterran los cambios? ¿A veces le dan ganas de tirar la toalla? Aunque pueda sentir que le pasa solamente a usted, sepa que en ocasiones es completamente normal sentirse abrumado. En el ámbito empresarial, se espera que estemos capacitados para asumir los retos específicos de nuestra disciplina, pero además debemos manejar situaciones diarias que ponen a prueba nuestro liderazgo, la inteligencia emocional y las habilidades blandas. La exigencia es alta y muchas veces no contamos con las claves para vencer estos obstáculos, pues nadie nos enseña a “dirigirnos” a nosotros mismos.
Autoconocerse es un proceso que ayuda a superar estas situaciones pero, aunque parezca una tarea sencilla, es común no saber por dónde empezar. Por eso, lo primero es levantar la mano y entender que buscar apoyo no es sinónimo de debilidad.
El coaching es una herramienta que le ayuda a identificar sus creencias limitantes y a establecer planes para superarlas, basado siempre en el autoconocimiento. Se trata de conversaciones poderosas entre un coach (definámoslo como un entrenador personalizado) y una o un grupo de personas: los coachee. A través de conversaciones poderosas, se identifica lo que está pasando y se brindan las herramientas para transformar el futuro. El objetivo es tener la capacidad de decir: “Esto me pasó, ¿cómo hago para solucionarlo?.
Más allá de quedarse analizando el porqué, durante las sesiones de coaching se busca unir los puntos en común y cuestionar qué podría hacer la persona para que los resultados sean diferentes. Este ejercicio es muy importante, ya que el autoconocimiento permite romper ciclos, evitar errores reincidentes y potencia la habilidad de liderazgo. Según Ana María Saavedra fundadora de Gerencia Selecta “Cuando una persona es consciente de sus dificultades, de lo que la ata y de cómo sus barreras emocionales están afectando el presente, amplía su visión y logra tejer un plan de acción individual para superarse”. Esta es la esencia de un coach; la escucha profunda para liberar potencial, mientras que el coachee identifica cuáles creencias le impiden avanzar y construye nuevas posibilidades.
¿Qué debe esperar del coaching? Inspiración, espíritu de liderazgo y receptividad. Un coach sabe escuchar, hace las preguntas relevantes que invitan a “cambiar el chip” y, sobretodo, ayuda a encontrar el propósito de la vida. A medida que avanzan las sesiones, se va construyendo un nuevo camino en conjunto y una mayor sensación de bienestar.
Si los cambios le generan rechazo, puede ser una señal de que necesita resolver algo más a nivel personal. Encontrar las fortalezas y desarrollar habilidades (bien sea para cumplir otros roles en la misma organización o para encontrar otro empleo) es una tarea que cobra mayor relevancia en esta época. Entre más se conozca a usted mismo, mejor serán las relaciones con los demás. De esta manera evita imponer, se vuelve más consciente de sus reacciones, implementa mejores técnicas de liderazgo y puede demostrar confianza hacia su equipo. El objetivo, en últimas, es convertirse en una mejor versión de sí mismo, inspirando a sus empleados o a otras personas de su entorno a que también lo logren. Cambiar el rumbo está en sus manos, siempre recuerde esta célebre frase: “Nadie puede volver atrás para lograr un nuevo comienzo, pero cualquiera puede empezar ahora y lograr un nuevo final”.
Acertamos con el 97% de los candidatos seleccionados, logrando sinergias estratégicas dentro de la organización.
