El líder de hoy

Liderar tiene su ciencia. Para ser un líder empresarial es necesario contar con conocimientos técnicos y saber dirigir, pero incluso estas destrezas se quedan cortas, ¿cómo es un líder adaptativo? Más allá de cumplir con la tarea de mandar, la clave de un liderazgo exitoso radica en salirse del molde tradicional, ser más humano e inspirar a los demás.
Las dinámicas de trabajo en Colombia y el mundo están en constante cambio debido a diversos factores: los modelos económicos, la cuarta revolución (que implicó una transformación digital, mayor automatización de labores y el auge del big data) y la llegada de nuevas generaciones como los millennials, centennials y los que vienen. El futuro es desafiante, por ello, un jefe que se aparte de “la vieja escuela” y que tenga la mente abierta es una necesidad.
Para gestionar los cambios y liderar al talento humano, se necesita tener inteligencia emocional, comunicarse y saber escuchar, ser hábil en la toma de decisiones, adaptativo, resiliente y enfocarse en las relaciones interpersonales. Un líder puede contar con estas destrezas, pero no tener claro cómo potenciarlas al máximo. En este punto el autoanálisis, el apoyo del equipo de Recursos Humanos y, si es el caso, un coaching, son herramientas que pueden ayudarle a descubrir las competencias a mejorar y las que aún necesita desarrollar. Aprender, desaprender y reaprender es la jugada.
¿Cómo es su relación con los demás y consigo mismo?, ¿genera pánico o confianza?, ¿le da voz a todos los miembros de su equipo?. Responder estas preguntas van a ayudarle a identificar sus competencias, a medir el impacto que tiene en los demás y a definir cómo está en términos de liderazgo adaptativo y gestión empresarial. Por otro lado, entienda que las nuevas generaciones están exigiendo más; quieren tener mayor visibilidad y libre expresión, a la vez que esperan seguir siendo dueños de su propio tiempo. Actualmente los millennials conforman el 30% del talento humano y para el año 2025 la cifra aumentará a un 70%. Por este motivo, tener la mente abierta ya no es una opción, sino más bien una obligación.
Sunnie Giles autora del libro “La nueva ciencia de innovación radical: Las seis competencias que los líderes necesitan para triunfar en un mundo complejo”, afirma que generar un sentimiento de conexión es una característica fundamental en términos de liderazgo empresarial. Esto forma parte de los resultados de una encuesta a 195 líderes de 30 organizaciones globales, sobre los mejores rasgos que debe tener un líder. Acorde con la experta, al momento de interactuar con el otro, lo primero que evalúa nuestro cerebro es la sensación de seguridad. En caso de sentirnos inseguros, se activa una respuesta automática de huir o pelear. En cambio, cuando sentimos seguridad, entran en juego las emociones (reguladas por el sistema límbico) y logramos conectar con el otro. Durante este momento se habilita el proceso de aprendizaje y el cerebro asimila mejor la nueva información. Por esto, recomendamos que en sus relaciones laborales transmita seguridad y confianza, se conecte emocionalmente, comparta su retroalimentación e incentive la comunicación de doble vía.
Según las colaboradoras de la publicación Harvard Business Review, Frances X. Frei y Anne Morris, la narrativa tradicional de liderazgo gira en torno al jefe: su visión, su estrategia y sus momentos heroicos.“(…) pero realmente el liderazgo no se trata de usted, se trata de empoderar a los demás gracias a su presencia. Su trabajo es crear las condiciones para que su talento humano se de cuenta de su capacidad y poder”. Además, afirman la importancia del triángulo de la confianza que depende de tres motores fundamentales: la autenticidad, la lógica y la empatía. Un empleado siente más confianza cuando conoce la verdadera personalidad del jefe, tiene fe en su juicio y se siente valorado dentro de la organización.
En los tiempos actuales, los empleados necesitan un liderazgo adaptativo, honesto y sabio. Un jefe que sepa mirar hacia adentro con humildad, que comparta el poder, que demuestre simpatía por el otro, que celebre las diferencias de las personas y, sobre todo, que se esfuerce por ser una mejor persona. El liderazgo no es un don de pocos, se puede trabajar y mejorar durante sesiones de coaching, tomando consciencia sobre nuestras relaciones con otros. Y usted, ¿qué tan consciente es de su estilo de liderazgo?, ¿qué acciones está tomando de su parte y desde Recursos Humanos para desarrollarlo?. ¿Qué tipo de líder aspira a ser?.
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